La Silla
Estimulante posición para el pasivo, que literalmente se sienta sobre su compañero, lo que permite una penetración directa. La posición fetal facilita relajar los músculos del ano. Adicionalmente, tiene el control sobre la penetración así como del ritmo. Puede masturbarse con total comodidad, mientras su pareja lo sujeta por la cadera para acompasar el ritmo. El activo puede tener una mayor participación subiendo y bajando si el pasivo consigue sostenerse en el aire a pequeña distancia.
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La Silla Colgante
Una variante de la anterior, pero que requiere cierta fuerza, principalmente del activo. El pasivo monta sus piernas por encima de los brazos del activo, a la vez que se sujeta de su cuello. El activo sujeta en el aire al pasivo,, regulando con sus brazos la velocidad del movimiento y la profundidad de penetración. Una postura muy excitante ya que existe un claro contacto visual, y que la adrenalina generada por el esfuerzo aumenta la líbido sexual.
Una postura habitual con mi pareja, cuando vemos TV y pélis. Mantengo a mi chico sentado sobre mí, dándome la espalda, le mantengo bien penetrado con mi verga tiesa y quieta. Vemos aquello que nos interesa y yo mientras disfruto de su cuerpo, de cuando en cuando cojo su cabeza para llevar su boca a la mia para besarnos de lengua hasta el fondo, le beso por el cuello y le mordisqueo, sus hombros su espalda. Después quedo quieto, nuevamente, acaricio sus pechos y pellizco sus pezones, masajeo y doy apretones a sus testículos, acaricio su polla, estiro de su piel hacia a trás, tiene el capullo húmedo, llevo nuevamente su boca a mi boca y empiezo a mover mi polla en su interior cimbreándola sin sacar un solo cm. de su interior, mi mano le pajillea, él se contrae al sentir salir disparado un fuerte chorro, mi mano empieza a mojarse en el momento justo en que yo alcanzo el orgasmo, empujo su espalda hacia a delante para facilitar un poco el movimiento de mi cuerpo. Con fuertes expasmos, mi polla suelta su semen con fuerza, siento mi cipote crecer en su interior, durante la corrida le cojo con fuerza de los costados, tanto que le hago quejarse, mis orgasmos son tan fuertes en esa postura que casi rozan el dolor.